Mensaje de Bienvenida

domingo, 20 de julio de 2014

Cosas de dos.

NOTA: Echaba de menos escribir aquí. Y dado que aún quiero seguir utilizando este blog donde tanto he compartido con vosotros,(espero que mucho más a menudo que hasta ahora), he hecho un cambio en el diseño del blog como en la cabecera. Como bien dicen  hay que renovarse o morir. ¿Os gusta?
 
 
Todavía me sorprendo buscándote entre la multitud, todavía miro nuestro rincón favorito, con la secreta esperanza de encontrarte ahí. Ese lugar que en silencio ha sido testigo de reencuentros y desencuentros, de lágrimas contenidas, de abrazos piel contra piel y de felicidad.Irónico pensar que yo por aquel entonces, era sumamente feliz, y no lo sabía. Ojalá pudiese decir a mi yo de aquel entonces, que disfrutase de esos momentos contigo, que se dejase de "peleas tontas" porque nada era tan importante como para dejarte de hablar.
 
Supongo que eso es el amor, mirar a aquel lugar, con la esperanza de encontrarte ahí, aunque en el fondo sea plenamente consciente de que no vas a estar. Quiero creer que tú también al pasar por ahí, te asalta la duda de lo que fuimos y al final dejamos de ser, quiero creer que sigues guardando abrazos en "stock" para mí.
 
 
 
¿Sabes? Echo de menos los mensajes y las llamadas a escondidas, escaparme de clase para hablar contigo con más o menos motivos de importancia,  y es que a veces se trataban de meras excusas para verte sonreír al final del pasillo, lo reconozco. Echo de menos las llamadas de madrugada, y es que... ¿a quién quiero mentirle? Echo de menos demasiadas cosas. Esa clase de cosas que cuanto las tienes pasas por alto y se convierten en algo habitual, son las que al final te acaban marcando.
Mirar hacía ese hueco, tu sitio, es mirar al pasado, al igual que hay canciones que ya no escuchamos porque nos recuerdan a personas. Y a todos esos lugares, yo también dije que no iba a volver y volví. Todas esas canciones, yo también las he vuelto a escuchar, no una ni dos, infinidad de veces, e incluso cuando estoy sola, me sorprendo subiendo el volumen de la música y bailo a solas por mi habitación, con esos recuerdos asaltándome uno tras otro, como en una bonita película.
 
 Por eso la vida es vida, por eso sé, que el verdadero amor, sólo puede ser descubierto una sola vez.