Tortitas con Nata y Sirope de Chocolate.

NOTA: No,no es una receta de cocina.Hoy hace 1 año y 3 meses que nos conocimos =).Gracias por comentar a los nuevos seguidores y a los veteranos.Sin vosotros,este blog no sería posible,por lo que GRACIAS ♥.Ahora os devuelvo los comentarios.

El Sol se colaba a través de la ventana,iluminando la habitación a oscuras.Dibujó un ángulo perfecto y se situó sobre la silueta dormida.Molesta,abrió un ojo y después,el otro.

Buscó a tientas,con la mano suspendida entre las sábanas,su cuerpo.Un ligero pero claro gruñido salió de sus labios al no encontrarlo.
Tal vez,se dijo,lo había soñado,no era la primera vez que le ocurría,muy a su pesar,aunque esto jamás lo admitiría en público.

Sin embargo,aquella noche había sido diferente,su aroma,con toda su fragancia, aún se podía casi tocar en la almohada,tan palpable,tan delicioso.Recordaba perfectamente el día en que lo había olido por vez primera,y recordaba también haber pensado que era irremediablemente pijo.Sonrió ante aquello.

Apartó las sábanas,y negando con la cabeza,como si con aquel sencillo gesto,estos pensamientos se desvanecieran tan rápido como habían venido, se colocó las zapatillas,y así,medio dormida aún,se dirigió a la cocina.

Lo que vio allí,la dejó de piedra,tuvo que apoyarse en el marco de la puerta y se frotó los ojos con las manos,para asegurarse de que no estaba soñando.
A pocos metros de ella,con expresión concentrada,el cabello despeinado y sin arreglar,y pequeñas partículas de harina en el rostro,se encontraba haciendo unas tortitas.

-No sabía que supieras cocinar...-comentó acercándose a él y abrazando su silueta por detrás.

Él sonrío,y la besó cariñosamente en los labios.
-Ignoras muchas cosas de mí...-comentó mirándola intensamente a los ojos castaños.

-Entonces,dejáme descubrirlas todas,cosas que nadie más sabe...-dijo con voz tentadora ella,mientras se llevaba su dedo índice a los labios y se relamía el sirope de chocolate,que allí llevaba.

Un nuevo beso unió de nuevo, aquellos 2 labios que aún sabían a amor joven y sincero,ella se encontró besandole despacio,al principio,sin creerselo,segundos más tarde con más pasión,y en un descuido,la harina que reposaba encima de la encimera, cayó al suelo.
Se agachó para recogerlo,claramente ruborizada,él sonreía,mientras intentaba en vano recogerlo,sin embargo,se irguió de nuevo y tiró la harina sobrante en el cabello de la muchacha,que se tiñó de blanco.Y cómplices,de aquel esxtraño juego que sólo ambos dos conocían,entre harina y harina se encontraban de nuevo,en un abrazo,en una caricia con mucho más significado que la anterior.