Mensaje de Bienvenida

viernes, 15 de octubre de 2010

Otoño....


De pequeña siempre le había gustado el otoño,le gustaba notar la suave brisa que ya comenzaba a ser más fría,el sonido de la lluvia al caer,y sobre todo perderse entre los árboles,con aquel aire inocente, que pese a los años no ha perdido, siempre con aquella sonrisa en los labios,el único ruido que la delataba era el crujir de las hojas caídas a su paso.

Ahora, sin embargo,todo ha cambiado,a sus 16 años ha visto y padecido demasiadas cosas que no debió ver a una edad tan temprana,eso le ha hecho madurar y ser más fuerte,pero también la ha obligado a cambiar.
Le cuesta más abrirse a la gente y confíar.
Tiene miedo,se le nota en los ojos,pero es tan orgullosa que jamás lo reconocerá.

Cierra los ojos con fuerza,notando como el viento juguetea con su cabello oscuro y lo lleva hacía su rostro,con facilidad,sin apenas esfuerzo.

Imagina que poco a poco sus pies se separán del suelo,se siente más ligera,y pronto,busca el lugar idóneo,el paraíso,aquella isla perdida en aquel mar de monotonía,y se aleja poco a poco,sin dar cuentas a nadie,dispuesta a disfrutar al máximo de aquella ansiada y desaconstumbrada libertad.Aquel familiar cosquilleo se apodera de su cuerpo,como siempre que se deja llevar,y justo en aquel momento en el que ya se dispone a dejar su imaginación volar...

Una mano la agarra con fuerza cuidándose mucho no lastimarla,pero sí con la fuerza suficiente como para obligarla a abrir los ojos.Molesta,abre uno y después el otro,dispuesta a sermonear a la persona que la ha hecho volver a la cruda realidad.
Un pequeño músculo tira allí en la comisura de sus labios y de forma casi imperceptible,se curva levemente al principio,más rápido después,y como resultado de esa pequeña obra de arte,aparece,una sonrisa blanca e inmaculada.

-¿Qué haces aquí?-pregunta con un deje de sorpresa en la voz.

Él,haciendo gala de esa íncreíble capacidad de tener todo bajo su control y aparente tranquilidad,sonríe,guardando la calma.

-Pensé que tal vez pudiéramos hablar un rato...-responde sonriendo todo a su vez.
Ella,entrecierra los ojos,suspirando pesadamente,como si aquello que fuera a decir a continuación,le costara horrores,se obliga a sí misma a callar el ritmo de su alocado corazón,pensando que él,ya está cogido,y que ni siquiera debería mirarle de aquella forma,no debería...

Pero todo lo que acierta a hacer,es acercarse más a él, y tras mirarle a los ojos un instante,y bajar la mirada a sus labios,le besa,suavemente al principio,casi sin atreverse a rozar sus labios con los suyos.

-Tengo novia...yo...-acierta a decir la primera vez que ambas partes del cuerpo se rozan,sin embargo,la besa delicadamente,correspondiéndola.
-------------------------------------------------------------------------------
Como cada mañana,el despertador suena a las 7:30 de la mañana,con un gruñido,la chica aparta las cálidas y blancas sábanas de su cuerpo,y se incorpora,observando por la ventana,una brisa fresca otoñal y hojas caídas en las aceras,y comprende que ha ido un sueño y entonces es cuándo se promete que algún día todo aquello sucederá.

sábado, 9 de octubre de 2010

Abrázame...



Ahora que estás muy lejos...,que hemos perdido todo,la complicidad que nos unía,aunque tú digas que no,que sigues estando ahí para mí,lo cierto es que ya nada es como antes.

Mentiría si dijera que no te extraño,que no te necesito,más que nunca,si es que alguna vez he dejado de hacerlo,extraño nuestras conversaciones,hablabámos de todo,sin tapujos,porque no había secretos entre nosotros,extraño la sonrisa que me dedicabas, al verme frente a la puerta del colegio,extraño oírte pronunciar mi nombre,palabra que me parecía la más hermosa del mundo cuando salía de tus labios.

Extraño oír tu risa abierta y natural que se me antojaba como el ruido que hace el agua de una cascada al caer,extraño que vinieses corriendo desde la otra punta del pasillo o de la misma habitación,al verme tirada en el suelo,que me ofrecieras tu mano y me levantaras ante mis inutiles esfuerzos por ponerme de pie enseguida y acto seguido oírte decir: "Marina,no me seas bruta" ,y te ofrecieras a acompañarme al médico.
Extraño que con sólo mirarme a los ojos,supieras cómo me encontraba,con tan sólo una mirada,sin preguntar nada bastaba con que sostuvieras mi mano extrañadamente cálida entre las tuyas,y la acariciaras cariñosamente,evitando así con aquel sencillo gesto que rompiera a llorar.

Es curioso también,como un abrazo tuyo puede cambiar el mundo y dibujar en mi rostro una sonrisa.

Se me hace extraordinariamente complicado seguir mi vida sin ti,a pesar de que lo he intentado,pero sólo logro que las lágrimas caigan de mis ojos.Necesito un abrazo,lo sé,sentarme contigo y hablar de cosas banales y sin importancia,necesito saber que lo que estoy viviendo,esa indiferencia,es producto de una pesadilla de la que ansio despertar.
Abrázame ahora,Abrazáme y no me digas nada...sólo abrazáme...